Cuando tu sesión se mantiene iniciada en tu cuenta, puedes usar los servicios de Google con tan solo abrirlos. Por ejemplo, puedes consultar rápidamente tu correo electrónico en Gmail o tus búsquedas anteriores en Chrome.
Mantener la sesión iniciada
Si Google siempre acaba cerrando tu sesión, te recomendamos que pruebes con estos pasos:
- Asegúrate de que las cookies estén activadas. Algunos antivirus o software relacionado pueden eliminar las cookies.
- Si tienes las cookies activadas, borra la caché del navegador. Nota: Aunque el problema se solucione al borrar las cookies, también se eliminará la configuración guardada de los sitios web que hayas visitado.
- Asegúrate de tener la versión más reciente del navegador que uses.
- Utiliza un navegador que recuerde las contraseñas, como Chrome.
- Si utilizas la verificación en dos pasos, añade ordenadores de confianza.
Mantener la sesión cerrada
Cuando inicias sesión en tu cuenta de Google, la sesión no se cierra a menos que elijas hacerlo.
Si usas un ordenador público o un dispositivo de otra persona:
- Navega en privado.
- Cuando hayas terminado, cierra todas las ventanas de navegación privada. De esta manera, la sesión se cerrará automáticamente.
Mantener la sesión cerrada en cuentas que no sean de Google
Estos consejos pueden ayudarte a evitar que inicies sesión automáticamente en cuentas que no sean de Google.
- Desactiva las contraseñas guardadas en Google Chrome, Mozilla Firefox y Windows Internet Explorer. Asegúrate de que tu información de recuperación esté actualizada en tu cuenta de Google y en el resto de servicios que uses.
- Borra la caché y las cookies del navegador. Nota: Aunque el problema se solucione al borrar las cookies, también se eliminará la configuración guardada de los sitios web que hayas visitado.
Cerrar sesión en dispositivos de otras personas
Importante: Si tu contraseña se guarda en el dispositivo de otra persona, cámbiala y asegúrate de haber cerrado sesión en su dispositivo. De esta manera, nadie podrá iniciar sesión en tu cuenta.
- Ve a tu cuenta de Google.
- En el panel de navegación de la izquierda, haz clic en Seguridad.
- En el panel Tus dispositivos, haz clic en Gestionar dispositivos.
- Selecciona uno.
- Haz clic en Quitar.